Paraguaya sobresaliente: realizó maestría en neurociencia educacional en la prestigiosa Universidad de Bristol

Laura Yasy Galeano Ríos, de 30 años, es licenciada en lengua inglesa por la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y especialista en neurociencia y educación por la prestigiosa Universidad de Bristol, de Reino Unido. Al llegar a Bristol ingresó a la Sociedad de Nado Sincronizado, donde representó a la institución en varios eventos, con lo que ganó una beca, y tres meses después de iniciar la maestría ya fue seleccionada como asistente de investigación junto al líder del área de neurociencia de la universidad, por sus visibles ganas de inclinarse hacia la ciencia y la investigación.

La sobresaliente paraguaya, quien regresó al país en marzo pasado, proviene de una familia honesta y trabajadora, que si bien nunca le faltó nada, tuvo que luchar y redoblar esfuerzos para obtener aquellas metas que su corazón anhela cumplir.

Laura Yasy Galeano Ríos (30) es licenciada en Lengua Inglesa, por la UNA y especialista en Neurociencia y Educación, por la Universidad de Bristol, R.U. Foto: Gentileza.
Laura Yasy Galeano Ríos (30) es licenciada en Lengua Inglesa, por la UNA y especialista en Neurociencia y Educación, por la Universidad de Bristol, R.U. Foto: Gentileza.

“Al ser una maestría en ciencia, mi programa se enfocó tanto en áreas de las ciencias cognitivas como en estadística y métodos de investigación. Mi especialización es en neurociencia educacional, un área de investigación básica y aplicada que busca promover una comprensión transdiciplinaria del proceso de enseñanza-aprendizaje. Como disertación de la maestría, he conectado una revisión de literatura sobre la situación de los institutos de formación docente en Paraguay con mediciones actuales sobre la precariedad de nuestro sistema educativo. De tal manera, nuestra historia política de performatividad y autoritarismo quedó reflejada en el funcionamiento de las instituciones educativas y las personas que lo habitan”, indicó Galeano Ríos al ser consultada sobre la especialización que desarrolló en Inglaterra.

Sobre la línea de investigación al cual optó en el marco de su maestría, destacó: “Indagué sobre cómo piensan los docentes, de una institución privada, que se aprende; con resultados sobresalientes. Luego medí el impacto de capacitar a ese equipo docente en principios de neurociencia educacional comparando su ponderación de estrategias de enseñanza ’eficientes’ antes y después de la capacitación”, precisó.

Neurociencia en nivel educativo

Sobre su especialidad, señaló que la neurociencia educacional tiene aplicación en todos los niveles educativos y que se trata de un área muy popularizada –por su efecto de replicación– en la formación de docentes.

“Los avances tecnológicos como la resonancia magnética funcional han dado lugar a que el entendimiento sobre cómo nuestro cerebro funciona progrese de manera brusca en los últimos 20 años. Esto no quiere decir que los principios que la neurociencia educacional plantea hoy no sean modificables, al contrario. Son pruebas de que pensar intuitivamente todo el tiempo es un riesgo. El escrutinio científico nos protege de caer en falacias como que ’los docentes solo necesitan saber qué hacer y aplicarlo’ y, por sobre todo, nos inculca a adoptar una actitud autocrítica y flexible. Sinceramente, el aprendizaje más impactante de mi formación de posgrado consistió en la revalorización del trabajo en equipos interdiciplinarios y cómo estos sustentan la calidad de vida y educación en los países desarrollados”, señaló.

Aspiración profesional

Galeano Ríos relató que apenas culminó la secundaria ya se inició como profesora de inglés, fue así que pudo conocer varias instituciones hasta encontrar un espacio en el que se sintió cómoda, donde el enfoque institucional iba de la mano con su interpretación de lo que implica enseñar generando un vínculo significativo que permita construir un aprendizaje duradero con el estudiante.

Desde entonces fue asumiendo roles de gestión en educación, donde ocupó la posición de dar consejos a otros docentes sobre cómo enseñar o cómo modificar prácticas para llegar a resultados más eficientes.

“Me puse aún más curiosa sobre cómo realmente aprendemos. Por ello decidí continuar mi educación formal, lo que descubrí es que hay muchísimo conocimiento que aporta a nuestras formas de enseñar, pero sin constante actualización del plantel docente, no hay receta mágica ni normativas aplicables a todos los contextos. La neurociencia educacional no trae respuestas absolutas, lo que promueve es la práctica docente reflexiva. Para poder implementar esto en la cotidianidad, los docentes necesitamos tiempo asignado para investigar, revisar nuestras propuestas pedagógicas y adecuarlas según la retroalimentación de pares docentes y nuestros mismos estudiantes”, explica la docente especialista en neurociencia educacional.

Agregó que a nivel nacional necesitamos salir del esquema que obliga al docente a encarar las dificultades solo, sin herramientas ni recursos para enfrentar el día a día en el aula (ahora virtual). “Desde esta mirada, yo aspiro a incorporarme a grupos de trabajo en educación donde mi voz sea reconocida como válida y de los cuales como participante pueda nutrirme y desafiarme a seguir aprendiendo siempre, esto no se garantiza con un título o rótulo de funcionario público o privado de alta gama”, refirió al ser sondeada sobre sus aspiraciones laborales.

Antes de su maestría, Galeano Ríos trabajaba a tiempo completo como docente y coordinadora del área de inglés de un colegio bilingüe de Asunción. También dictaba clases en una universidad privada, contribuyendo a la formación didáctica y pedagógica de futuros docentes.

Oportunidad de formarse

La compatriota resalta que el Programa de Becas de Posgrado Becal le respaldó económicamente para realizar la maestría en Inglaterra. Es importante destacar que los cupos de posgrado en las universidades mejores rankeadas del mundo tienen un alto costo y por más ahorro que haga un paraguayo promedio no alcanzaría a pagar por cuenta propia los aranceles, pero la meritocracia es moneda de cambio para ingresar a estas universidades.

“Por más que yo ya llevaba casi 10 años de experiencia laboral, no hubiese podido cubrir estos costos en ese entonces y mucho menos ahora. Es triste plantear esto y a la gente no le gusta hablarlo, pero es la realidad. Yo vengo de una familia trabajadora y honesta, nunca me ha faltado nada. Sin embargo, la remuneración de la labor docente y del investigador en Paraguay no alcanza para mucho y esto no tiene solo que ver con el monto de los honorarios, sino también con el hecho de que aquí, para garantizar cubrir necesidades básicas, necesitamos contratar servicios privados constantemente”, lamentó.

La compatriota, antes de embarcarse al sueño de formarse fuera del país, buscando nuevas culturas de aprendizaje e investigación, se dio la tarea de investigar sobre las universidades, los programas, profesionales académicos y las investigaciones, por lo que se decidió por la Universidad de Bristol, de Inglaterra.

“La calidad de mi maestría superó todas mis expectativas. Desde los aspectos administrativos hasta el trato del personal académico. Para ejemplificar esto, me parece importante mencionar que recién llegada a Bristol me asignaron una beca local que me permitió ser miembro de la sociedad de nado sincronizado de la universidad y representar a ésta en eventos nacionales. A los tres meses de iniciar mi programa de maestría, los docentes ya me tenían a mí y a mis intereses de involucrarme en investigación identificados. Gracias a esto, fui seleccionada para trabajar como asistente de investigación con el líder de mi área de estudio en la universidad. Ser parte de ese proyecto dio lugar a mi primera publicación como coautora en el Journal Internacional Brain, Mind and Education”, resaltó la compatriota al ser consultada si la institución donde se formó llenó sus expectativas.

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