Desde la Asociación de Ex Becarios de BECAL, reconocemos y valoramos la formación de grado como aquella que fija los primeros cimientos que conforman a un profesional y como aquella que establece condiciones necesarias para comprender conceptos básicos y adquirir conocimientos esenciales. De la misma manera, reconocemos y valoramos que vivimos en un contexto en el cual el conocimiento se crea y expande aceleradamente, lo cual lleva a la necesidad de actualización constante y a desarrollar la capacidad de desaprender lo aprendido para apropiar nuevos enfoques y metodologías, y así, actualizarse, pues los paradigmas en la ciencia y sus diversos campos del conocimiento no son estáticos. Estar a la altura de lo mencionado requiere una perspectiva progresista e innovadora.
En este sentido creemos que una persona debe ser valorada sobre el total de su proceso académico y profesional. Consideramos que no existen razones para evaluar únicamente los estudios universitarios de grado e ignorar otros. Consideramos que el postgrado y la experiencia profesional son dimensiones reales, verificables y certificables que forman parte de la integralidad de un profesional.
Por lo tanto, creemos que las leyes y las instituciones del país deben incorporar la visión mencionada en los párrafos anteriores para poder garantizar la calidad y la equidad en las oportunidades del ejercicio profesional para todos y todas. El trabajo multidisciplinario es una constante en varias profesiones de diversas áreas, por lo tanto, restringir el ejercicio profesional basándose en la formación académica de grado es un contrasentido y no es compatible con los pilares de desarrollo y crecimiento del Paraguay, y, además, obstaculiza el camino hacia un desarrollo científico amplio, en el cual la ciencia está inmersa en todas las dimensiones de las actividades humanas.
Insistimos que las instituciones responsables deberían evaluar a través de criterios técnicos y legítimos a las personas de modo a que aseguren la selección justa de profesionales idóneos a los cargos.
Finalmente, observamos la urgente necesidad de instalar un diálogo nacional acerca de las formaciones de postgrado, que involucre a las distintas áreas del conocimiento, a fin de plasmar un marco legal que promueva la formación permanente y garantice el ejercicio profesional, acorde al nivel y experiencia de cada persona.
